Motivos para visitar una galería de arte

Me llamo Carmen y soy galerista, ésta es una profesión peculiar, diferente a muchas otras aunque en el fondo vocacional como tantas. Tener un negocio relacionado con el arte es un lujo y una responsabilidad.


Paso largas jornadas en la galería, me gusta estar cara al público porque considero que  una empresa, del tipo que sea, debe ser llevada por su promotor. En ocasiones vislumbro desde mi mesa de trabajo, al público que pasa por la calle y para a contemplar la obra que se expone en sala, casi pega la nariz de forma respingona sobre el cristal, titubea y a veces declina su entrada.

Lo que me lleva a plantearme por qué hay gente que interesándose por el arte y no necesariamente con ánimo de adquirir, siente ese temor a entrar con total libertad, ojear lo que se expone y sin obligación de entablar ningún tipo de conversación, salir con una visión de la producción  de algún artista actual.

Quizá sea eso, el respeto que infunde los lugares que contienen arte, llámese museos, fundaciones o galerías. Motivo por el que deberíamos entonar el mea culpa, porque quizá no siempre nos convertimos en ese puente necesario entre el artista y el público, algo falla!!!!


Hoy voy a proponer algunos motivos por los cuales es aconsejable ir a visitar galerías de arte.


En primer lugar, es gratis, cosa que no siempre ocurre con museos y otros espacios expositivos. La entrada no tiene ese requisito de coste alguno, con lo cual todavía resulta más gratificante si es que te gusta pasar un rato viendo una exposición.


En ocasiones las exposiciones de las galerías son de artistas ya fallecidos pero por lo habitual las exposiciones en galerías de arte versan sobre artistas vivos, que todavía producen y ofrecen su actividad artística de forma paralela a los tiempos en los que vivimos (lo que en el mundo del mercado del arte llamamos “mercado primario”). Esto debería ser un nexo de comunicación mayor con el visitante, porque comprendemos mejor el contexto social, el momento político  en el que se ha producido la obra. Así la galería sirve de canal de comunicación entre el visitante, no tiene porqué ser cliente, y el artista.



Además si tienes inquietud, puedes preguntar al galerista o a la persona que esté encargada en la sala, sobre el artista, sobre la obra expuesta, de manera que esa visita se convierte en una guiada, con una visión informativa y personalizada.


Si te preguntas para qué una galería, para qué un intermediario si puedes encontrar de forma fácil al artista y su obra por otros medios como redes sociales, te diré que la galería ofrece mucho más que un papel de intermediario, ofrece una criba de la obra del artista que expone. Los artistas producen obra, no tiene por qué ser de la misma calidad artística toda ella. La galería cuando ofrece una exposición suele seguir unos parámetros de calidad que hacen que la obra que allí se encuentra seleccionada, sea posiblemente lo mejor que está produciendo el artista. Incluso en ocasiones se ha creado toda la obra para la exposición.


Además el contacto físico, visual de la obra, ver el color, el gesto, el timbre de la pincelada, no se aprecia del mismo modo por muy alta definición que tenga la fotografía. Haciendo un paralelismo, podríamos decir que los documentales de viajes informan pero nunca podrán suplir a la experiencia de realizar uno mismo ese viaje.


Además si tienes intención de iniciar una colección, o de adquirir una pieza, el trato personalizado del galerista te va a poder asesorar y aconsejar según tus intereses, te buscará la pieza que deseas, te orientará sobre los artistas que representa y podrás tener mayor información, con lo cual tendrás más criterios de valoración y posibilidad de decisión.


En fin, si no te he dado los suficientes motivos para visitar una galería de arte, es que a lo mejor no es de tu interés.




Carmen Terreros

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