Currículo RAFAEL PEÑALVER, pintura

Rafael se inició como artista a muy temprana edad. Todo gracias a un libro de pintura que le regaló para Reyes su padrino y a las visitas al Museo del Prado de la mano de su abuela a los 14 años de edad. Otra casualidad puso en sus manos las obras de los postimpresionistas quedando maravillado con los “fauves”. 

En esas fechas comenzó a pintar en Cuenca los paisajes de su infancia y ya nunca dejó el arte. Su familia, por parte de  madre, era oriunda de un pueblo a 8 km. de la capital. Pasaba allí las vacaciones ayudando a su familia en las tareas del campo, la siega, la trilla, la vendimia… 

Tuvo la suerte que en Cuenca apareciese Fernando Zóbel y que se inaugurase el Museo de Arte Abstracto Español de las Casas Colgadas. Allí tuvo la ocasión de conocer y entablar amistad con aquellos artistas del grupo El Paso y su generación. Allí conoció gracias a su biblioteca, los primeros escarceos de lo que luego pasó a llamarse arte “conceptual” y a Paz Muro.

Pero su familia tenía empeño en que fuese ingeniero de telecomunicaciones, estudios que  alternó con la Facultad de Física y todo ello sin abandonar el arte.

Los acontecimientos ocurridos en París en mayo de 1968 le influyeron sobremanera, a tal punto que se apuntó a la “Internacional Situacionista” del arte, desarrollando su praxis artística fuera de los formatos y técnicas tradicionales, pero sin dejar la pintura.

Su primera exposición tuvo lugar, como no, en Cuenca en 1972, apadrinada por Fernando Zóbel. Esta consistía en lienzos de gran formato en los que pegó las conocidas bolsas de plástico negro para almacenar la basura, tal y como estaban empaquetadas, perfectamente planchadas. Se sobreponían unas a otras, de modo que daba una apariencia constructivista, resaltada por las sombras producidas por la iluminación. Era una obra serena, contenida, realizada con materiales impuros, cuya pronta destrucción a causa de los pegamentos utilizados, que quemaban lentamente el plástico, eran el elemento esencial. Era arte procesual, tal como lo definió Zóbel.

Su pintura evolucionó rápidamente a la abstracción, sin abandonar el paisaje en directo (de carácter muy expresionista).

Su siguiente exposición fue en la galería Vandres, en aquel entonces la más vanguardista de Madrid. Allí expuso “suelos y paredes de Madrid”, que consistían en reproducir con materiales de construcción suelos y paredes que definían la vida en el Madrid de la autarquía. Y así surgieron sus primeros videos-arte, rodados con  cámaras de “super 8”. De este modo y gracias a que conoció personalmente a Wolf Vostell, se integró en el mundo artístico del Arte Conceptual, junto con Muntadas, Paz Muro, Lugan, Pablo Pérez Minguez, Concha Jerez, Isidoro Valcarcel, Nacho Criado y Tino Calabuig;  aunque sin abandonar la pintura. 

Optó con la pintura a trabajar por series, primeras abstracciones, que fueron expuestas en la Galería Internacional, ya desaparecida. 

Posteriormente realizó una serie muy expresionista, consistente en reproducir el cuadro de Rubens “El Rapto de Europa” de modo brutal. Estas obras se expusieron en la ya desaparecida Galería Término y en la galería francesa  Artheme Internacional, con sede en Burdeos, París y Avignón.

Peñalver fue  nombrado director de exposiciones del Ayuntamiento de Madrid, eran los célebres años 80. Cargo que le ofreció la posibilidad de dar a conocer a las nuevas generaciones de pintores como Miquel Barceló, José María Sicilia, José María Baez, Jesús Vázquez, Juan Uslé, Pablo Sicet, Menchu Lamas, Sigfrido Martín Begué, Antón Patiño, Dis Berlín, Victoria Civera, Lamazares, Baixeras, Mon Montoya, Cruz Hernández…. así como a los artistas conceptuales reunidos en la exposición Fuera de Formato y las antológicas de Salvador Vitoria, Juan Genovés o José María Iglesias, sin olvidar la titulada Madrid Madrid Madrid que recopiló todo lo que al arte, la moda, el diseño, la arquitectura, las radios de frecuencia modulada y la moda, que se produjo en Madrid en los años 80.

De forma paralela continuó con su profesión como artista exponiendo con la galería Imagen Gráfica y El Portal (de Uruguay) en ARCO distintos años. 

 

La Casa de Velázquez del Gobierno Francés en Madrid, realizó una antológica de sus paisajes expresionistas y la siguiente serie de abstractos titulada “Devenir del Tiempo” fueron expuestas en las tres sedes, Burdeos, París y Avignon, de la galería Artheme Internacional.

 

En España, su obra se vio representada en las galerías Vandrés y Término, y posteriormente con Fernando Vijande, con la galería Rayuela con la que realizó exposiciones de mis paisajes y de la nueva serie de “collages”, consistente en piezas irregulares y tridimensionales, con fuerte carga social, en las que mezclaba fotografía, pintura y muy diversos materiales.

La Galería Fuentenebro, lo representó en la Feria de Arte de Tokio y en la galería Rox Teixeira, expuso obras pictóricas y  video-arte.

Tras la crisis financiera de 2008,  se llevó por delante una gran número de galerías de arte en España. El testigo de la representación de Peñalver lo cogió el Museo Centro de Artes de Vanguardia La Neomudéjar donde ha realizado recientemente una  una exposición antológica de todos los trabajos de video-arte.

Dos años más tarde esta misma entidad realizó una exposición antológica de la obra pictórica, adquiriendo más de 30 obras que están expuestas en su museo Zapadores.

Por último, al no tener galería comercial en Madrid, expuso en sus más de 3.000 metros cuadrados, una selección de la última producción pictórica del artista con  más de doscientas obras de gran formato.

 

"Javier Maderuelo, en el Catálogo Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca, Fundación Juan March, Madrid, 2016, narra cómo en torno a la figura del magistral Fernando Zóbel, que se instaló en la ciudad de Cuenca, se supo agrupar en torno a esta ciudad un caldo de cultivo artístico y consiguió en palabras de Maderuelo “el milagro: la recuperación, a través del arte, de un conjunto urbano del que el Museo de Arte Abstracto Español es su eje y motor”. En este entorno, en estos años (en torno a la década de los 60), de renovación artística, situamos a un joven Rafaél Peñalver en este círculo de artistas.

Rafael Peñalver es un pintor comprometido con su tiempo, crítico, espectador social, que ha pasado por distintas etapas artísticas y ha trabajado con diferentes soportes tanto tradicionales como innovadores, como sus collages o sus creaciones de videoarte 

La obra de Peñalver no deja indiferente, sus lienzos sugieren muchas cosas, todas ofrecidas desde la honestidad y el trabajo bien hecho. La depuración de sus manchas, la ejecución equilibrada de las obras, las tensiones entre líneas y manchas, la utilización de los pigmentos con alternancia en el uso de brillantes y  mates o aterciopelados, el uso intenso del color que nunca es plano…"

Carmen Terreros Andréu.

 

Peñalver mancha, compone y descompone juega con el color, con los espacios vacíos y ofrece infinidad de lecturas en sus obras. Cada una de las obras salen de las entrañas del autor.